A pesar de desesperados pedidos de los Demócratas, no habrá rebelión en los Colegios Electorales

El Colegio Electoral de Estados Unidos se reunirá pronto y pocos de los electores republicanos parecen estar dispuestos a la insurrección, a pesar de las fervientes súplicas desde el lado demócrata para abandonar a Donald Trump.

La menos tradicional de las elecciones presidenciales estadounidenses va camino de terminar el lunes de un modo tradicional: con un pasaje a la Casa Blanca para el presidente electo.

The Associated Press entrevistó a 330 electores de ambos partidos y hallaron poco interés entre los republicanos para abandonar a Trump. Y los demócratas, aunque agraviados por el proceso electoral, tienen pocas expectativas de poder frenarlo.

Pero hay quienes lo intentan. Electores republicanos reportaron haber recibido decenas de miles de correos electrónicos cada uno y llamadas telefónicas y cartas de personas que les piden que rompan con la tradición y voten por otra persona.

Aun así, un proceso normalmente burocrático y sosegado ha quedado sumido en el torbellino político después de una de las más amargas campañas electorales en la historia estadounidense. Los republicanos han recibido montones de llamados a la rebelión, con el argumento de que Hillary Clinton ganó muchos más votos y que Trump no tiene las cualidades para ser un jefe de estado. Aunque en su mayoría los llamados caen en oídos sordos, han generado algo de acercamiento entre los dos polos políticos.

"Déjame darte el total hasta ahora: he recibido 48.324 emails sobre mi función en el Colegio Electoral", dijo Brian Westrate, republicano y dueño de un pequeño negocio en Fall Creek, Wisconsin. "En Twitter estoy envuelto en una discusión con una exactriz porno que vive en California y quiere que vote contra Trump. Es fascinante".

Otro republicano, Héctor Maldonado, que sirve en la Guardia Nacional en Missouri, se ha tomado el tiempo de consolar a una madre soltera que le ha escrito, llena de preocupación sobre lo que significará una presidencia de Trump.

"Todo va a estar bien", le dijo, según relató el mismo Maldonado. "Yo sé que está usted preocupada, pero no se preocupe, todo va a estar bien. Y sé que lo va estar".

Maldonado, inmigrante mexicano y vendedor de equipos médicos en Sullivan, votó por Ted Cruz en las primarias pero está decidido a darle su voto a Trump. "Presté juramento para ser ciudadano de Estados Unidos, fue el 14 de agosto de 1995, el primer juramento que presté para respaldar la constitución de Estados Unidos. Un año después volví a prestar juramento, esta vez para ser oficial del Ejército de Estados Unidos. Este es el tercer juramento que hice y voy a cumplir mi palabra".

Incluso uno de los promotores del movimiento anti-Trump, Bret Chiafalo de Everett, Washington, lo llama "un esfuerzo perdido", pero dice que los próceres de la patria lo hubieran apoyado. "Creo que Donald Trump es un peligro singular para este país y que los fundadores de la patria crearon el Colegio Electoral precisamente para evitar este tipo de fenómenos", dijo Chiafalo, un ingeniero de 38 años y simpatizante de Bernie Sanders en las primarias.

Se requiere de 270 votos electorales para ganar la presidencia. Aunque tuvo muchos menos votos que Clinton, Trump ganó en suficientes estados como para acumular 306 votos electorales. Tendrían que desertar 36 republicanos para negarle la presidencia. Sólo un republicano le dijo a la AP que no votará por Trump.

A lo largo de la historia, ha sido algo sumamente infrecuente que alguien en el Colegio Electoral vote en contra del candidato que ganó en su estado.

Tom Lawless, un abogado republicano que vive en Nashville, usó un lenguaje tajante para expresar su empeño en votar por Trump: "El infierno se congelará y estaremos patinando sobre lava antes de que yo cambie mi voto". Añadió: "Trump ganó mi estado, y yo di mi palabra de que votaré por él y eso es lo que voy a hacer".

Otro republicano, Jim Skaggs, de 78 años y empresario de Bowling Green, Kentucky, dijo que tiene dudas sobre el temperamento de Trump pero igual cumplirá su compromiso de votar por él.

"Me preocupa su personalidad", dijo Skaggs. "No es una persona de mente abierta. Espero que sea mejor de lo que él cree que es, pero igual voy a votar por él, creo que es mi deber".

AP

15 de diciembre 2016