El horrible asesinato a cámara lenta de una niña de 19 meses, sus padres la ataron a la cama en Inglaterra

Desde hace más de un año y medio la ciudad de Liverpool, Inglaterra, está conmocionada por un crimen que aún no encuentra explicación. Una mujer y su ex pareja fueron juzgados por causar o permitir la muerte de un niña de 19 meses que pasaba sus días atada a una cama dispuesta como una especie de jaula, informó el diario inglés The Sun.

Ellie-May Minshull-Coyle falleció en marzo del año pasado en un departamento de dos habitaciones en Preston, sobre una cama convertida en jaula y en un cuarto sin salida al exterior debido a que las ventanas habían sido tapadas con un colchón y una sábana. Su madre, Lauren Coyle, de 19 años, y su padrastro, Reece Hitchcott, de 20, fueron señalados por el homicidio.

Según la investigación, los jóvenes mantenían a la bebe a oscuras, a veces atada a la cama para que no se moviera, razón por la cual al encontrarla muerta hallaron marcas tanto en sus muñecas como tobillos. La causa del deceso fue "restricción forzada por ligaduras en una posición boca abajo complicada por hipertermia (cuando la temperatura corporal asciende a niveles superiores a los normales)", lo que confirma que el espacio no era ventilado, de acuerdo con lo publicado por la cadena BBC.

La madre de la menor declaró que habían utilizado ese método (de atar a la niña) con la intención de que durmiera toda la noche de corrido y generara así su rutina. Los mensajes de texto a los que accedieron las autoridades confirmaron sin embargo que la mujer tenía problemas para lidiar con su maternidad.

"Me siento mal porque este niña siempre es traviesa y estoy tan estresado que me siento mareada. "Literalmente siento ganas de saltar delante de un tren. Hoy la golpeé mucho", escribió Coyle a Hitchcott antes de la muerte de la bebe, según publica el diario The Sun.

La condena a los dos adultos se conocerá el 16 de noviembre. Recaen sobre ellos los cargos de crueldad infantil por "enjaularla" y restringirla en una cama.

Una de las detectives a cargo del crimen, Zoe Russo, calificó lo ocurrido como "el caso más angustioso" con el que ella y su equipo han tenido que lidiar.

"Pensar en el sufrimiento que esta pequeña niña tuvo que soportar. Estas personas deberían haberla amado, cuidado y protegido. Esto es desgarrador", agregó Russo, quien además calificó la muerte de Ellie-May como "completamente innecesaria, inútil y evitable".

Agencias