Estados Unidos endurece su postura contra China por el coronavirus

Estados Unidos alerto el miércoles que piratas informáticos chinos intentaron robar datos sobre tratamientos y vacunas contra el coronavirus, agregando mayor rispidez a la controversia entre Washington y Pekín sobre la pandemia.

Por otro lado la tensión entre ambos países va en aumento el jueves el presidente Donald Trump advirtió que podría cortar las relaciones bilaterales con China, en el marco de las tensiones comerciales y las acusaciones contra el gigante asiático por su manejo de la pandemia de coronavirus, que brotó en el país a fines de 2019.

“Hay muchas cosas que podemos hacer, podríamos cortar toda la relación”, indicó en entrevista con Fox News, consultado por posibles represalias contra Beijing.

Trump destaco que cortar el vínculo sería positivo para la economía norteamericana. “¿Qué pasaría? Ahorraríamos 500 mil millones de dólares?”, afirmó, en referencia al déficit comercial que sostiene con China, aunque la cifra anual más reciente es de USD 345 mil millones.

El mandatario destacó su buena relación con su homólogo Xi Jinping, pero manifestó su molestia: “Ahora no quiero hablar con él”

El FBI y la agencia de seguridad cibernética de Estados Unidos dijeron en un comunicado que organizaciones que investigan el COVID-19 estuvieron en riesgo de ser blanco de acciones de China.

Advirtieron que expertos en cibernética asociados a Pekín intentaron hacerse de "valiosa propiedad intelectual y datos públicos relacionados a vacunas, tratamientos y tests de redes y personal relacionados con investigaciones sobre la COVID-19".

Los intentos de China dirigidos a estos sectores representan una amenaza significativa para la respuesta de nuestras naciones a la COVID-19", dijeron las entidades sin dar ejemplos o pruebas de sus afirmaciones.

Pero la advertencia se sumó a la creciente pelea entre las superpotencias sobre el brote que se desató en China a fines del año pasado y ha costado la vida a por lo menos 293.000 personas, 80.000 de ellas en Estados Unidos.

El presidente estadounidense Donald Trump ha acusado a China de esconder el origen del virus y no haber cooperado con Estados Unidos ni otros países en los esfuerzos por controlar la enfermedad.

Interrogado el lunes sobre informes que indican que Washington cree que piratas informáticos chinos echaron el ojo a las investigaciones de Estados Unidos sobre una vacuna, Trump respondió: "¿Qué más hay de nuevo? Díganme. No estoy contento" con China.

ESPÍAS Y ACADÉMICOS EN LA MIRA

La advertencia del miércoles también resaltó que Washington cree que China ha continuado amplios esfuerzos para obtener secretos comerciales tecnológicos de Estados Unidos por todos los medios posibles bajo el impulso del objetivo del presidente Xi Jinping de convertir a su país en un líder en tecnología en esa década.

En febrero cuatro soldados chinos fueron procesados por Estados Unidos por sospechas de hackear a la agencia de calificación de crédito Equifax y hacerse de datos personales de 145 millones de estadounidenses.

Recientemente Estados Unidos acusó a varios académicos, tanto chinos como estadounidenses, de delitos vinculados a ese supuesto intento.

El departamento de Justicia anunció el lunes el arresto de un profesor de la Universidad de Arkansas por esconder sus lazos con el gobierno y universidades de China mientras trabajaba para proyectos financiados por la NASA. Ese día también un profesor de la universidad Emory en Atlanta se declaró culpable de fraude fiscal en un caso enfocado en sus ingresos secretos desde China.

El republicano Marco Rubio, miembro del comité de Inteligencia del Senado, dijo que esos casos sumados a la crisis del coronavirus obliga a China a cambiar sus tácticas.

Pekín "ha incrementado los esfuerzos para hackear a instituciones médicas estadounidenses para obtener información sobre la COVID-19", dijo.

CARRERA A LA VACUNA

China ha repetidamente negado las acusaciones estadounidenses.

Estamos en el liderazgo mundial en tratamiento del COVID 19 y la investigación de la vacuna. Es inmoral hacer de China un blanco de rumores y difamaciones sin ninguna evidencia", dijo el lunes el vocero del ministerio de Exteriores de China.

Las advertencias estadounidenses llegan en momentos en que docenas de empresas, institutos y países de todo el mundo corren para desarrollar vacunas que frenen al coronavirus.

Muchos más grupos están investigando tratamientos para infectados. De momento no hay una terapia de probada eficacia.

Una vacuna efectiva podría permitir la reapertura total de numerosos países, hoy confinados, y generaría millones de dolares a sus creadores.

Muchos expertos creen que la aprobación de la vacuna llevará mas de un año y mucho más tiempo para producirla en una cantidad suficiente como para inocular al menos una parte de los habitantes de mundo.

El martes, senadores republicanos propusieron una legislación que daría poder a Trump para imponer sanciones a China si Pekín no ofrece una "explicación completa" del brote de coronavirus.

Fuente AFP

14 de mayo 2020