Finalmente se marcha uno de los peores dictadores des África , Magabe decide renunciar

Finalmente se marcha uno de los peores dictadores des África , Magabe decide renunciar. El mandatario de Zimbabue, Robert Mugabe, renunció a su cargo este martes, según informó Jacob Mudenda, presidente del Parlamento.

El partido en el poder en Zimbabue, el Zanu-PF, decidió previamente entablar el proceso de destitución contra el jefe del Estado, quien hasta ahora rechazaba obstinadamente los llamados a la dimisión desde la intervención del Ejército en la madrugada del 15 de diciembre.

Varios legisladores pidieron la dimisión de Mugabe luego de que los militares tomaran el poder y decenas de miles de ciudadanos salieran a las calles salieran a las calles para exigir la renuncia del mandatario de 93 años.

El Parlamento de Zimbabue le ordeno abandonar el cargo en las próximas 24 horas. En medio de la resolución, el mandatario ha decidido dimitir.

Mugabe hizo llegar una carta a los legisladores en la que da a conocer su renuncia. "Mi decisión de renunciar es voluntaria", dijo Mugabe, reporto la agencia Reuters.

Las calles de la capital de Zimbabue resonaron con música, cantos, bailes, vítores y bocinazos el martes al anunciar el presidente Robert Mugabe su renuncia luego de 37 años en el poder.

El presidente hizo su anuncio cuando el Parlamento iniciaba el procedimiento para impugnarlo, y luego de manifestaciones masivas en Harare durante el fin de semana.

Un funcionario del partido gobernante dijo que el vicepresidente destituido Emmerson Mnangagwa previsiblemente tomará el poder dentro de dos días.

Mugabe, que a sus 93 años era el jefe de estado más anciano del mundo, había jurado gobernar hasta su muerte.

Los legisladores de ambas cámaras del Parlamento se trasladaron antes a un recinto mayor. El partido gobernante ZANU-PF había dicho que podría destituir al presidente el miércoles.

Mugabe debe reconocer el “deseo insaciable” del país de un cambio de liderazgo y renunciar de inmediato, afirmó el destituido vicepresidente y probable sucesor del mandatario de 93 años, al comenzar el proceso de impugnación del jefe de estado más anciano del mundo.

Las declaraciones de Emmerson Mnangagwa, que fue destituido a principios de mes, aumentaron la enorme presión sobre Mugabe para que renuncie tras casi cuatro décadas en el poder, en las que pasó de ser un campeón de la lucha contra el gobierno de la minoría blanca a que se le considerase responsable por el colapso de la economía, la disfunción del gobierno y las infracciones a los derechos humanos. La frustración se apoderó de la nación surafricana otrora próspera tras el derrumbe de la economía y la represión desatada contra el disenso.

El ZANU-PF inició el proceso de impugnación contra Mugabe, después de que su Comité Central votara a favor de destituir al mandatario líder de la formación y escogiera a Mnangagwa en su lugar. Esta decisión podría permitir que el ex vicepresidente asuma la jefatura del estado. Mnangagwa fue durante décadas el encargado de la mano dura en el gobierno de Mugabe, con una reputación de astuto y despiadado, más temido que popular.

“El pueblo de Zimbabue ha hablado con una sola voz y es mi petición al presidente Mugabe que acate esta llamada histórica y renuncie de inmediato para que el país pueda seguir adelante y preservar su legado”, dijo Mnangagwa en su comunicado.

El ex vicepresidente, que huyó del país y no se ha mostrado en público durante la crisis de la última semana, dijo que ha sido invitado a regresar por Mugabe “para una conversación” sobre los sucesos recientes, pero que no volverá por ahora, alegando que en el momento de su destitución había planes en marcha para matarlo.

“Regresaré apenas existan las condiciones para la seguridad y la estabilidad”, afirmó Mnangagwa, que tiene una gran base de apoyo en el Ejército. “Nunca debe la nación volver a verse secuestrada por una persona cuyo deseo es morir en el cargo a cualquier precio para la nación”.

La controvertida primera dama de Zimbabue, Grace Mugabe, se estaba posicionando para suceder a su esposo, liderando una facción del partido que produjo la destitución de Mnangagwa.

La perspectiva de una sucesión dinástica alarmó al Ejército, que la semana pasada confinó a Mugabe a su casa y persiguió a lo que describió como “delincuentes” en su círculo que supuestamente saqueaban recursos del gobierno, una referencia a personas cercanas a la primera dama.

Estados Unidos impuso sanciones sobre Mnangagwa a principios de la década de 2000 por socavar el desarrollo democrático en Zimbabue, según el Consejo Atlántico, un centro de estudios con sede en Estados Unidos. Sin embargo, J. Peter Pham, experto en África del consejo, señaló que algunos miembros de la oposición de Zimbabue parecen dispuestos a dialogar con el ex vicepresidente para llevar al país hacia delante, y que la comunidad internacional debería considerar hacer lo mismo.

“No decimos que encubran el pasado, pero va en interés de todos que Zimbabue esté comprometida en este momento clave”, dijo Pham en un comunicado.

Grandes multitudes han salido a las calles de la capital, Harare, para reclamar la renuncia de Mugabe.

Zimbabuenses festejan frente al Parlamento la renuncia del presidente Robert Mugabe, en Harare, Zimbabue, martes 21 de noviembre de 2017.

Varias zimbabuenses reunidas para rezar por el país en un parque ante el Parlamento en el centro de Harare, Zimbabue, el martes 21 de noviembre de 2017.

Zimbabuenses festejan frente al Parlamento la renuncia del presidente Robert Mugabe, en Harare, Zimbabue, martes 21 de noviembre de 2017. Mugabe renunció luego de 37 años en el poder poco después que el Parlamento inició el proceso para impugnarlo.

Zimbabuenses festejan frente al Parlamento la renuncia del presidente Robert Mugabe, en Harare, Zimbabue, martes 21 de noviembre de 2017.

Varias zimbabuenses reunidas para rezar por el país en un parque ante el Parlamento en el centro de Harare, Zimbabue, el martes 21 de noviembre de 2017.

Agencias

21 de Noviembre 2017