Intensa búsqueda de sobrevivientes de inundaciones en Colombia

Los cuerpos de rescate continuaban el domingo la búsqueda de personas desaparecidas luego que el desbordamiento de tres ríos en Colombia dejó más de 207 muertos y otros 200 desaparecidos.

El presidente Juan Manuel Santos, a su llegada de nuevo a Mocoa, dijo que lamentablemente el número de personas fallecidas "crece cada momento, llevamos ya 207 es el último dato que tengo. Ya se inició el proceso de identificar los cadáveres llevamos 85 que es un número muy alto frente a las circunstancias".

El mandatario señaló que entre los muertos hay 43 niños.

Anunció que están por llegar a la zona tres plantas eléctricas y otras tres plantas purificadoras de agua, para atenuar la falta de energía y de agua.

Con apoyo de socorristas de la defensa civil y bomberos se reanudó la búsqueda de los desaparecidos en la ciudad de Mocoa, fronteriza con Ecuador, luego de que varios ríos arrojaron una avalancha de lodo y escombros contra la ciudad.

Mientras el número de muertos sigue aumentando, los familiares de cientos de desaparecidos por las inundaciones en el sur de Colombia pierden la esperanza por encontrar a los suyos con vida.

Hombres con colchones al hombro, mujeres cargando sofás y adolescentes que trasladan botellas de gas vacían lo que queda de sus casas. Los árboles desarraigados se acumulan en los puentes y el río sigue corriendo por los suelos de negocios arruinados.

En la puerta del hospital, decenas buscan a sus familiares. Quienes no están en la lista, probablemente no volverán.

En el borde del río, entre raíces de árboles, una mujer busca dos amigos que no encuentra. Los edificios que quedan en pie se aguantan sobre el lodo.

"Los familiares que fueron a ver su casa no encontraron sino el piso", dice Gilma Díaz, 42, una campesina de Orito que busca un primo que hace siete años salió del pueblo para buscarse la vida en la ciudad. Como ella, decenas se agolpan a las puertas del hospital para ver si encuentran un nombre conocido. En la misa del domingo, rezan por las almas que quedaron en esta inundación.

Entretanto van y vienen camionetas con colchones y mesas, gente cargando bombonas y bomberos con perros buscando cuerpos.

Juana Chanchí de Ruiz, de 74 años, mira la gente mudarse con los muebles en la acera. Su casa se salvó, aunque los ríos pasaban a lado y lado.

"Estaba con nervios por el frío, ¿qué va a pasar? Rezamos el rosario y nos acostamos a dormir", solloza. El sueño duró una hora. Luego los despertó un ruido que no habían oído nunca.

"Por acá ya no vive nadie. Nos fuimos todos", afirma la mujer que vio llegar hijas y nietos embarrados de lodo y heridos, pero todos a salvo.

La Unidad Nacional de Desastres señaló que 300 miembros de la defensa civil, bomberos y varios caninos, con el apoyo aéreo de tres helicópteros reanudaron la búsqueda de personas desaparecidas.

Más de 2.000 damnificados durmieron en tres albergues temporales porque sus casas quedaron inundadas por los escombros y ante el temor de que una nueva avalancha vuelva a despertarlos en medio de la noche.

El sábado, Santos acudió al lugar de la tragedia, donde declaró estado de calamidad y anunció una cuenta bancaria para recibir donaciones para los damnificados.

Varios mandatarios de diferentes países —entre ellos de Venezuela, Perú, Panamá, Francia, Brasil, Ecuador, Bolivia— enviaron sus condolencias a Colombia e inclusive desde el Vaticano el papa Francisco se solidarizó con esta tragedia señalando que estaba "profundamente dolido".

El director de medicina legal, Carlos Valdés dijo a la AP que 22 médicos forenses, apoyados de patólogos y odontólogos, están en la zona para la identificación de los cuerpos y que espera "lo más pronto identificarlos y entregarlos a su familiares y vamos a trabajar las 24 horas, a tres turnos". Debido a esta situación se instaló una morgue improvisada en las afueras de la ciudad.


AP

2 de Abril 2017