Investigan muerte de opositor Darsir Ferret en Palm Beach, padecía de hipertensión

Médico, periodista independiente y autor de reportajes sobre el sistema de salud y de un documental sobre los olvidados del boxeo cubano, Darsi Ferret fue un incansable luchador por los derechos humanos en Cuba.

En la mañana del viernes 6 de octubre fue hallado muerto el activista cubano de derechos humanos Dr. Darsi Ferret Ramírez, en las oficinas del Canal DarTv, en West Palm Beach, Florida.

Fuentes cercanas a la familia confirmaron a Martí Noticias que fueron avisados por la policía sobre el hallazgo del cadáver del médico opositor. Los oficiales tomaron control de la situación alrededor de las 11:00 am y no fue sino entrada la tarde que dieron cuenta a los familiares.

Un allegado a Ferret que pidió el anonimato, dijo que el doctor padecía de hipertensión, una afección de la que venía aquejado fuertemente en las últimas semanas.

La policía informó que solo entregará el cuerpo del galeno pasados unos diez días, cuando concluyan las investigaciones oficiales.

Ferret Ramírez, de 47 años de edad y graduado de la especialidad de Medicina General Integral en Cuba, fue conocido por sus protestas públicas contra el régimen cubano en la década de los años 2000 y por su labor al frente del Centro de Salud y Derechos Humanos “Dr. Juan Bruno Zayas”.

Una de las imágenes más conocidas de Ferret es la que recorría el mundo de las noticias de tema cubano cada 10 de diciembre, aniversario de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Ferret, su entonces esposa Yusnaimi Jorge Soca, y un puñado de activistas más se encadenaban de brazos en el Parque Villalón de la zona de El Vedado, cerca de la sede de la UNESCO en La Habana: allí la policía política arremetía inmisericordemente contra ellos, frente a las cámaras de los corresponsales extranjeros acreditados en la capital cubana.

Servir a la gente

Para Ferret, un crítico acérrimo del sistema de salud en Cuba porque lo conoció desde adentro, no bastaba con protestar contra el gobierno cubano, y en 2010 fundó el Centro de Salud y Derechos Humanos “Juan Bruno Zayas”.

Fue de los primeros en denunciar el deterioro del sistema de atención primaria de los médicos de familia, piedra angular del sistema de salud cubano, debido al alquiler de los profesionales a países como Venezuela y Brasil.

En el Centro, como le llamaban sus conocidos, Ferret ofrecía dictámenes médicos gratuitos, distribuía medicinas y consejos de salud primaria en barrios pobres de La Habana, también gestionaba asistencia especializada por medio de la red clandestina de galenos que él mismo fue tejiendo con el apoyo de sus excolegas.

Atarés, San Miguel del Padrón, el Raparto Eléctrico y los barrios donde se ubican los albergues para familias que han perdido sus viviendas en los derrumbes eran los lugares a donde Ferret y sus activistas más cercanos llegaban con mochilas repletas de medicinas, enviadas por exiliados y organizaciones opositoras desde Miami, Nueva York o Los Ángeles.

La policía política, conocida como la Seguridad del Estado, tuvo siempre en la mira a este doctor que se les escapó de las filas de entre miles de aspirantes a cumplir una misión médica en el exterior para recibir unas pocas prebendas.

A finales de 2010 visité con el Dr. Ferret un barrio marginal ubicado a un costado de Ciudad Libertad. En una de las casas hechas de latones de basura, cartón y madera encontrada entre los desechos, el opositor ubicaba su consultorio médico; tomó la presión a unas ancianas, auscultó a unos niños con afecciones en la piel y quizás hizo unas recomendaciones más. Inmediatamente abrimos las mochilas y Darsi fue leyendo nombres y dolencias a la par que distribuía los medicamentos. Una larga fila esperaba en el patio… dos patrullas de policías nos esperaban a nosotros a la salida del barrio para una breve detención de casi un par de días.

Todo contra el mal gobierno

Intentando evitar un escándalo mayor, el régimen cubano no quiso acusar y sancionar por motivos políticos al médico opositor y en 2009, en una cabriola que fue fácilmente identificada, el tribunal municipal de 10 de Octubre sancionó por “receptación ilegal” al médico cubano. Si no fuera tan trágica, la situación hubiera sido risible, lo acusaron de comprar una bolsa de cemento para reparar su casa.

La organización Amnistía Internacional condenó el hecho contra el Dr. Ferret y lo calificó como “un castigo” por su labor opositora, por ello lo declaró Prisionero de conciencia.

Ferret fue liberado casi un año después, el día en que le celebraron el juicio y le imputaron la misma cantidad de tiempo que había pasado en la Cárcel Valle Grande, en La Habana, sin ninguna garantía procesal.

Inquieto, cuestionador y difícil de callar, el Dr. Ferret no se sentó en su casa a establecer un proyecto propio por medio de su talento y decidió describir la insalubridad que veía a su paso.

Era conocido además como un periodista independiente, por las denuncias a las violaciones a los derechos humanos que ocurrían entre sus vecinos y en las cárceles de la isla.

Los sitios Cubanet, Diario de Cuba, Martí Noticias y Cubaencuentro contaron con artículos y opiniones de Ferret sobre las penurias de los cubanos, el entramado jurídico y la violencia policial del gobierno de los hermanos Castro.

Los fotorreportajes de Ferret sobre las salas mal higienizadas de hospitales habaneros, las historias de vecinos hacinados en albergues desde hace más de dos décadas, su activismo en pos de la integración racial en Cuba o el abandono de figuras claves de las glorias del deporte cubano fueron algunas de sus joyas periodísticas.

En 2009 escribió el guión, ayudó a producir y codirigió el documental “Knockoutkuba”, la historia trágica de once excampeones olímpicos y mundiales de boxeo que, o languidecían en el olvido o terminaban sus vidas como entrenadores en unos gimnasios que estaban por caerles encima.

Ferret convenció a los púgiles y entonces llevó al cineasta español Manuel Benito del Valle frente a un Douglas Rodríguez totalmente alcoholizado a tirar jabs en una acera de la calle; en una escena de dolor más que de nostalgia Félix “La Panterita Oriental” Betancourt lucha con su sombra evitando el gancho del abandono oficial y los minutos de fama nacional se ven eclipsados por la desidia de las autoridades.

Al Dr. Darsi Ferret Ramírez, que llegó exiliado a Miami en junio de 2012, le sobreviven dos hijos, una hermana y su ex esposa. Llegue a todos sus familiares nuestro más sentido pésame.

Martinoticias

7 de Octubre 2017