La conmovedora historia de este ex marine y su perra Bella

Mas de 100 mil personas acompañan cada día las aventuras de Robert Kugler y su perra, Bella. El viaje que empezaron hace 17 meses y por el que han visitado 45 estados de la Unión Americana, está registrado en las redes sociales, donde figuran los felices paseos de Bella por el Central Park, en Nueva York; ladrando en las escaleras de Rocky Balboa, en Filadelfia; corriendo libre por el bosque, en Georgia, o empapándose en las cascadas, en Colorado.

Sin embargo, una mirada más atenta a esas imágenes revela algo diferente en Bella: sólo tiene tres patas. Lo que parece un road trip ideal, es en el fondo un viaje de despedida, pues a Bella le diagnosticaron cáncer y su pronóstico es de tres a seis meses más de vida.

Cuando supe que Bella tenía cáncer y que ya se había extendido a los pulmones, sentí mi corazón encogerse. Cuando me dijeron que la amputación de una pata era la mejor opción, mi corazón sufrió por ella”, cuenta Kugler en entrevista a Excélsior desde Colorado. “Cuando supe que ella tenía de tres a seis meses de vida, mi corazón se rompió. No había nada que hacer”.

Para Kugler ése fue el último golpe de la vida, pues el exmarine de 34 años, divorciado, sufría la pérdida de su hermano, muerto en Irak, dónde también sirvió como soldado. La idea de regresar a la escuela y recuperar su vida, se hacía más distante.

La noticia de Bella llegó en un momento muy difícil, estaba luchando con tantas cosas en mi vida y me faltaba una dirección”, confiesa.

El viaje que empezó como una despedida triste se volvió en una jornada feliz, expandió sus horizontes, le puso en contacto con personas de todo tipo. Kugler cruzó el país en su camioneta y mientras acumulaba kilómetros crecía la curiosidad de la gente, que empezó a acompañarlos, y también la salud de la perrita.

Bella revive en cada lugar, le encanta salir a explorar. Los veterinarios que hemos visitado me dijeron que siguiera con el viaje, porque que ella siga viva es un milagro”, dice.
Con el tiempo, entendí que se trataba más de nosotros dos, de pasarla bien en donde fuera. Tengo mucho orgullo de presentársela a la gente, que se queda muy sorprendida de verla tan alegre. Si un perro es por sí solo un gran tema de plática, ¿puedes imaginar lo que es una perrita saltarina de tres patas?”.

Mientras Kugler hace planes para seguir a Washington y Oregón, la enfermedad de Bella se está volviendo más agresiva. La inevitable pregunta es qué va a hacer Kugler de su vida después de la despedida.

Para mí, este viaje fue para redescubrirme. Pienso que puedo dedicarme a ser fotógrafo o escritor, pero he hecho tantos nuevos amigos que eso se ha vuelto en una plataforma para una causa más grande”, dice Kugler.
Con la experiencia de Bella, he visto que mucha gente en la misma situación sacrifica a sus perros por no poder tratarlos o porque no les alcanza para tratarlos. Creo que hay una gran lección aquí, una gran lección de amor”.


Excelsior

13 de Octubre 2016