Millones salen a votar en elecciones clave en Brasil, el continente americano observa con detenimiento

Los 147,3 millones de electores de Brasil escogen este domingo al nuevo presidente del país entre el derechista Jair Bolsonaro y Fernado Haddad, el socialista del partido de Lula da Silva preso por corrupción.

Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), tuvo un fuerte crecimiento en las encuestas después de ser apuñalado en un mitin el 6 de septiembre y llegó en los sondeos del sábado por primera vez al 40% de votos válidos (que excluyen los votos en blanco y los nulos).

Le sacó además entre 15 y 16 puntos de ventaja a su más inmediato contendiente, Fernando Haddad, sustituto del encarcelado ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).

Bolsonaro, votó este domingo a las 9 de la mañana, un mes después del ataque que sufrió y que lo dejó internado durante semanas en un hospital de San Pablo.

El líder ultraderechista, que encabeza los sondeos con una considerable ventaja sobre el resto de contendientes, llegó a una escuela municipal en el barrio Villa Militar, en el oeste de Rio de Janeiro.

"Si entre este hoy y mañana cada uno de ustedes consigue ganar apenas un voto, liquidamos el asunto en la primera vuelta. Podemos hacerlo. Hay aún muchos indecisos, mucha gente que busca el voto útil", afirmó el candidato ultraderechista en un video difundido en su cuenta de Facebook.

El ex capitán conservador llegó acompañado de sus hijos Carlos y Flavio. Éste último es candidato al Senado de Brasil. Estuvo fuertemente custodiado para evitar contactos que puedan afectar su recuperación física. Los tres vestían chalecos antibalas.

Los analistas ven posible, aunque poco probable, que eso ocurra. La principal incógnita reside en el número de electores "ocultos" de Bolsonaro, que en las encuestas afirman que votarán en blanco o se declaran indecisos.

Los sondeos indican que en una segunda vuelta los dos políticos, que son al mismo tiempo los favoritos y los que tienen mayor índice de rechazo, estarían en empate técnico, con tendencia a favor de Bolsonaro (45-43% según el instituto Ibope y 45-41% según Datafolha).

Un total de 147,3 millones de brasileños están llamados a votar en estas elecciones que son también legislativas, de gobernadores y de representantes de las asambleas de los estados.

La campaña estuvo marcada por la impugnación de la candidatura de Lula, que era el favorito, por el atentado contra Bolsonaro y por una guerra de noticias falsas y desmentidos en las redes sociales, que le sacaron protagonismo a la televisión.

Los candidatos del centro nunca lograron despegar o su apoyo se derritió rápidamente, en un ambiente pasional. El tercero colocado, el centroizquierdista Ciro Gomes, tiene un 11% de intenciones de voto.

Bolsonaro ostenta un largo historial de declaraciones misóginas, racistas y homófobas. El pasado fin de semana, cientos de miles de mujeres salieron a las calles defendiendo la consigna "Él No".

Haddad, un ex alcalde de Sao Paulo poco conocido en otras regiones, trató de identificarse a fondo con Lula y pudo así heredar una buena parte del electorado de su mentor, sobre todo entre la población pobre que mejoró sus condiciones de vida bajo sus mandatos (2003-2010).

Pero también heredó el odio que Lula inspira entre quienes le reprochan los escándalos de corrupción revelados por la Operación Lava Jato y la crisis económica en la que se sumió el país bajo el mandato de su heredera Dilma Rousseff, destituida por el Congreso en 2016.

En la última semana, Bolsonaro recibió apoyos de poderosos sectores, como el agronegocio y las iglesias evangélicas.

También de jugadores de fútbol, entre ellos el legendario Ronaldinho Gaúcho, quien publicó una foto en Twitter vistiendo una camiseta con el número 17, de Bolsonaro.

"Por un Brasil mejor, deseo paz, seguridad y alguien que nos devuelva la alegría", afirmó el delantero de 38 años, que anunció su retiro en enero.

En su último video en Facebook, Bolsonaro prometió gobernar "inclusive" para los ateos y para los gays.

"Gobernaremos para todos, independientemente de su fe religiosa, incluso para quien es ateo. Gobernaremos para todo el mundo, para los gays incluso, que hay gays que son padres, que son madres", afirmó.

AGencias

7 de octubre 2018