Muere en La Habana el polémico cardenal Jaime Ortega y Alamino

Para algunos es una noticia triste, para otros es una vergüenza para la Iglesia Católica Cubana y un traidor que nunca condeno los abusos contra los que piensan diferente al régimen, otros piden que lo entierren junto al dictador Fidel Castro.

Algunos lo defienden y destacan que la iglesia no es un partido político, pero otros les responden en muchos lugares del mundo la Iglesia Católica ha tomado un puesto destacado en contra de las dictaduras, los casos cercanos Venezuela y Nicaragua.

La Iglesia católica informó el viernes que el cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino, quien fue parte de un histórico acercamiento con Estados Unidos, falleció este viernes a los 83 años.

El exarzobispo Ortega fue el intermediario que posibilitó los diálogos entre La Habana y Washington y el reinicio de las relaciones entre ambos países en 2014, luego de que los mandatarios Raúl Castro y Barack Obama pidieran en secreto al papa Francisco ayuda para un acercamiento.


Nacido en la localidad de Jagüey Grande en Matanzas el 18 de octubre de 1936, el futuro sacerdote y su familia se mudaron a la capital de la provincia cuando éste tenía cinco años. El niño hizo sus estudios primarios para luego graduarse de bachiller en Ciencias y Letras en 1955.

Un año después ingresó en el seminario diocesano San Alberto Magno de los padres de las Misiones Extranjeras de Quebec, a donde se trasladó posteriormente. Fue ordenado sacerdote el 2 de agosto de 1964 --la revolución ya había triunfado y los religiosos eran mal vistos-- y nombrado vicario cooperador de la ciudad de Cárdenas.


En 1966 su ministerio se interrumpió bruscamente cuando las autoridades cubanas lo enviaron a las UMAP, un campo de trabajo militar en el cual se confinaron a religiosos, homosexuales y cientos de personas disconformes con el proceso revolucionario. Estos centros desaparecieron un año después, pero la marca de este tiempo siempre quedó en el joven sacerdote.

En 1967, Ortega fue nombrado sacerdote de Jagüey Grande y un par de años después fue promovido a la Catedral de Matanzas. Desde entonces mostró un particular interés por las actividades juveniles en la Iglesia y la evangelización en ese sector de la sociedad.

En años de tensiones y distensiones con las autoridades, demandó una y otra vez mayor espacio para la evangelización: acceso a los medios de comunicación, permisos para la educación religiosa y la caridad pública. Sin embargo, se esforzó para que su labor fuera interpretada en el marco de lo pastoral y espiritual, y rechazó intervenir directamente en la política interior.

26 de julio 2019