Los mineros de élite se preparan para intervenir esta tarde en el rescate de Julen en España

La dureza extrema de algunos estratos geológicos ralentiza los trabajos de perforación de un túnel vertical que permita llegar hasta la zona de un pozo donde se cree que permanece atrapado un niño español desde hace ocho días, en el sur del país.

La perforadora, que comenzó a trabajar hace dos días, realiza un sobreesfuerzo para vencer la resistencia de las rocas y completar cuanto antes los 60 metros de profundidad del conducto, de los que ya se han excavado 53.

Posteriormente, el túnel será entubado para asegurarlo y unos mineros tendrán que abrir una galería horizontal con medios manuales para acceder al pozo.

“Estamos a una cota tan profunda y en unas condiciones tan difíciles de trabajo, que ésta y cualquier máquina de estas características que hay en el mercado (…) tendrían las mismas condiciones después de tantas horas trabajando y sobre todo con los materiales que nos estamos encontrando”, explicó hoy a la prensa el delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga, Ángel García.

La brigada minera desplazada desde Asturias hasta Totalán ha evaluado "los riesgos y tiene todas las soluciones previstas" en la excavación del túnel para acceder al pozo donde cayó el pequeño Julen, según Juan López-Escobar, delegado del Colegio de Ingenieros de Minas del Sur.

Los mineros, que están esperando intervenir en las próximas horas, "siguen con la ilusión de poder sacar con vida a Julen, y esa esperanza les mueve, aunque no es sencillo", ha añadido a los periodistas López-Escobar, que se ha reunido con el director técnico de dicha brigada. Ha expresado asimismo su confianza en estos "mineros de élite, de lo mejor que hay en el mundo", informa Efe. Sin embargo, las dificultades que ha encontrado el equipo han hecho variar las previsiones: no se espera llegar a donde está Julen antes del martes.

Los trabajos de perforación han logrado llegar a los 53 metros de profundidad excavados en paralelo al pozo donde cayó el menor, a través del cual el operativo de rescate introducirá una cápsula metálica que permita a los mineros especialistas llegar al fondo y construir una galería horizontal, excavada manualmente a pico y pala, para recorrer los cuatro metros que los separarán del pequeño.


Además, la maquina ha tenido que parar un tiempo para ser sometida a labores de mantenimiento.

Según los cálculos técnicos iniciales, el túnel llevaría entre 12 y 15 horas de trabajo; y la galería, otras 20, en el mejor de los casos, pues la dureza de las capas encontradas ha desbaratado las previsiones.

Durante toda la noche pasada, según García, continuó la perforación “en unas condiciones de trabajo extremas y con unos materiales de una dureza enorme”.

El niño, llamado Julen, se cayó el domingo 13 de enero por una prospección de agua de 25 centímetros de diámetro y 110 metros de profundidad en una finca privada de la localidad malagueña de Totalán (sur español).

El pozo está obstruido por un tapón de tierra a 71 metros de profundidad, de modo que no se puede acceder directamente a donde se cree que puede estar.

Toda España sigue en tensión esta operación de rescate con la esperanza de que el niño pueda seguir con vida, algo cada vez más difícil según pasan los días y las horas.

La estrechez y la profundidad del orificio por el que se precipitó el niño de 2 años, así como la ubicación, en lo alto de un cerro escarpado y lleno de pendientes, ha dificultado las soluciones posibles, pero el operativo, formado por efectivos de distintos cuerpos públicos, así como ingenieros y profesionales de varias empresas en turnos de más de 100 personas cada uno, no ha parado de trabajar en todas las posibilidades técnicas para acceder a ese orificio de -107 metros y 25 centímetros de diámetro.

Ángel García, ingeniero a cargo de la operación de coordinación y rescate, dijo que la composición de las capas del lugar es complicada y eso está atrasando el trabajo.

Los españoles esperan salir airosos de cada contratiempo mientras lucha contra reloj para llegar hasta donde está Julen Rosello, quien el domingo se cayó a un pozo de 110 metros (360 pies) de profundidad.

Debido a que no pueden deslizarse por el hoyo angosto, los rescatistas primero usaron máquinas pero encontraron resistencia a unos dos tercios de profundidad y ahora están tratando de taladrar túneles alternos para llegar hasta el niño.

Las autoridades dicen que hay esperanzas de que Julen siga vivo si hay suficiente oxígeno debajo de lo que les bloquea el paso.

Fuente Agencias

21 de enero 2019