Supremo da la razón a Trump, si reciben ayuda por 12 meses le negaran la residencia

El Tribunal Supremo de EE UU le da la razon al presidente Donald Trump, y aprobó el lunes, que el Gobierno pueda aplicar la llamada norma de "carga pública", por la que puede rechazar los permisos de residencia a inmigrantes que reciban ayudas públicas por 12 meses durante tres años, mientras se resuelven las apelaciones pendientes.

La aplicación de la norma, anunciada por el Ejecutivo en agosto de 2019, fue respaldada con una votación de 5-4 de los magistrados, tras haber sido bloqueada en octubre pasado, cuando debía entrar en vigor, por los tribunales del distrito de Nueva York, California, Washington, Illinois y Maryland.

"Hoy, el Tribunal (legítimamente) otorga una suspensión, lo que le permite al Gobierno seguir (por ahora) su política en todas partes, salvo en Illinois", señala la decisión del Supremo.

Ya en diciembre pasado, dos tribunales de apelaciones desestimaron en decisiones separadas los fallos de las cortes de California, Washington y Maryland en contra de la normativa promovida por la Administración de Donald Trump.

La polémica norma establece que un inmigrante legal será definido como "carga pública" si recibe una o "más ayudas públicas designadas" durante más de 12 meses en un período de tres años.

Esas ayudas públicas incluyen asistencia alimentaria, vales de ayuda de vivienda y programas que subsidian el elevado costo de los medicamentos en Estados Unidos, entre otros.

La normativa apunta además a reducir la cantidad de inmigrantes legales a los que se les permite ingresar y residir en el país, al facilitar el rechazo de las solicitudes de green card (permisos de residencia permanente) o de algunos visados.

Así, las autoridades podrán determinar si el inmigrante puede convertirse en un momento dado o se ha convertido en una "carga pública" para la Administración, es decir, si "depende principalmente" de la asistencia de los fondos públicos para subsistir, y luego cancelar su estatus migratorio legal.

De este modo, una persona poseedora de la tarjeta de residente permanente o de algún tipo de visado conseguido por la vía legal podría ver afectada su situación en el país, en caso de no poder mantener su economía personal sin ayudas públicas.

La medida no afecta a los refugiados, asilados y víctimas de violencia doméstica y tráfico de personas que residen en Estados Unidos.

Sobre la decisión, la presidenta de la organización Community Change Action, Lorella Praeli, avisó de que no proteger "a los más vulnerables tendrá consecuencias duraderas para mujeres, menores y ancianos", al tiempo que calificó de "discriminatoria" la norma.

Agencias

29 de enero 2020