Trump acaba con los rumores de la prensa, Tillerson no se va a ningún lugar

El presidente Donald Trump negó el viernes que pretenda despedir al secretario de Estado, Rex Tillerson, y describió esos trascendidos como “noticias falsas”, mientras que el jefe de la diplomacia estadounidense restó importancia a las conjeturas de que ha perdido la confianza de la Casa Blanca.

Mientras Tillerson proseguía su programa habitual de actividades diplomáticas, entre ellas dos reuniones con el mandatario, Trump señaló que su secretario de Estado “no se va”.

“La prensa ha estado conjeturando que despedí a Rex Tillerson o que se irá pronto: ¡PAPARRUCHAS!”, afirmó Trump en un tuit. “¡No dejará el cargo, y aunque tenemos divergencias en ciertos asuntos, (yo tomo la decisión final) estamos trabajando bien juntos y Estados Unidos es sumamente respetado otra vez!”.

El tuit constituye el respaldo más firme de Trump a su principal diplomático desde que altos funcionarios de la Casa Blanca comenzaron el jueves a declarar a la prensa que había un plan preparado para quitar a Tillerson y reemplazarlo con el director de la CIA, Mike Pompeo. Inmediatamente después de que la prensa difundió el plan, Trump exhibió sólo un tibio apoyo a Tillerson, y solamente dijo que el secretario de Estado se encontraba en la Casa Blanca para una reunión programada.

El endeble apoyo presidencial en medio de un torbellino de suposiciones sobre el despido inminente de Tillerson amenazaba con dañar la eficacia diplomática del secretario de Estado en momentos en que éste prepara una gira oficial por Europa para la semana entrante.

El viernes, Tillerson asistió a dos reuniones con Trump en la Casa Blanca, una con el primer ministro de Libia y después un almuerzo con el presidente y el secretario de Defensa, James Mattis. Antes de esas reuniones, Tillerson dijo a la prensa en el Departamento de Estado que las suposiciones sobre su despido “provocan risa”.

Los colaboradores de Tillerson habían dicho que el secretario estaba tranquilo y continuaba sintiéndose cómodo en sus funciones a pesar de la turbulencia en torno a él en el equipo de seguridad nacional de Trump. Los colaboradores dijeron que Tillerson continuará en su cargo hasta que el presidente le pida lo contrario, y subrayaron que no hay petición para que deje de hacerlo.

Los funcionarios solicitaron el anonimato porque no estaban autorizados a hacer declaraciones sobre el asunto.