Cuba le ponen un duro freno a los Paladares

La medida, que se aplicará de forma temporal, incluyó reuniones de funcionarios del Gobierno local con dueños de famosos paladares privados. Fueron advertidos de cumplir las reglas, entre ellas el límite de 50 asientos por negocio.

El Gobierno de Ciudad de La Habana suspendió temporalmente la emisión de licencias para la apertura de nuevos restaurantes privados en la capital, y advirtió a los existentes que cumplan las regulaciones, según informó este lunes la agencia de noticias Reuters.

La nota de Reuters, que se basa en el testimonio de varios propietarios de negocios que son muy populares entre los turistas que visitan la isla, explica que la dura medida podría dar un giro en la oferta de alimentos a visitantes extranjeros en momentos en que se espera una cifra récord de llegadas de Estados Unidos y Europa en la próxima temporada turística.

Fue Reuters quien reportó el pasado año una marcha atrás en las reformas realizadas en la agricultura. Recientemente también el gobierno cubano puso coto a los precios que cobran los transportistas privados por sus servicios, lo que creó caos en algunos territorios del país.

Los restaurantes privados son el lado más visible, sobre todo en La Habana, entre los negocios aparecidos como parte de las reformas económicas impulsadas por Raúl Castro para sacar a flote la economía.

Reuters calcula que existen cientos de restaurantes privados en La Habana. Cifras del Ministerio de Turismo indican que hay más de 1.700 en todo el país.

La nota de Reuters indicó que durante las últimas seis semanas fueron llamados a reuniones con funcionarios locales los propietarios de algunos de los mejores restaurantes privados. Durante las reuniones fueron elogiados por sus contribuciones a la economía a través del pago de impuestos, dijo Reuters, pero luego vinieron las amenazas.

En otro momento de la reunión los funcionaron presentaron a los cuentapropistas una lista de violaciones cometidas. Según la nota, los propietarios fueron advertidos.

"Por supuesto que son técnicamente correctos, nosotros todos damos curva (esquivamos) las reglas, tenemos poca opción”, dijo el dueño de uno de los más populares restaurantes privados de La Habana, que como otros prefirió no ser identificado.

"Eran civiles sobre todo y no hicieron mención alguna a lo que planean hacer, pero suponemos que una gran ola de inspecciones está por llegar”, dijo.

Los paladares solo pueden tener un máximo de 50 asientos y deben comprar sus insumos en tiendas y mercados estatales minoristas, a diferencia de los competidores estatales, quienes tienen acceso a mercados mayoristas y no cuentan con restricciones de asientos.

Expertos dentro y fuera de Cuba consideran altos los impuestos que pagan las pequeñas empresas privadas.

La lista de violaciones que los funcionarios enumeraron incluye la evasión de impuestos, la compra de materiales de construcción en el mercado negro, violaciones del Código de Trabajo y que cuentan con más de 50 asientos, de acuerdo con dos propietarios de restaurantes que asistieron a las reuniones.

Otras presuntas violaciones aluden a bares que operan bajo el estatus de restaurantes y permanecen abiertos hasta pasada las 3:00 am, causando molestias a vecinos. Incluso los funcionarios dijeron que es dudosa la procedencia del capital que permitió abrir el negocio, y que algunos de ellos incurrieron en compras ilegales de inmuebles.

"No vamos a autorizar licencias por ahora, para que cuando lo hagamos en el futuro estos problemas hayan sido atendidos”, dijeron funcionarios a los privados.

Reuters dijo que los propietarios de paladares están preparándose para ser inspeccionados.

“Estamos comprobando todo, haciendo una auditoría total, viendo qué hacer si no tenemos un recibo de equipos o, por ejemplo, de cuatro botellas caras de bebidas que tenemos”, dijo otro propietario de un paladar en el barrio residencial del Vedado, mientras trabajaba con su contador.

"Yo era uno de los 20 propietarios llamados a la reunión en el Vedado, supongo que somos los primeros de la lista para todo lo que ocurra a partir de ahora”, explicó el propietario.

Las medidas drásticas sobre las pequeñas empresas no son nuevas en Cuba. Una aplicación más estricta de las normas podrían terminar en malas noticias para los turistas.

Se espera que decenas de miles de estadounidenses lleguen a La Habana esta temporada, como parte de la flexibilización de las medidas que regulan los viajes y el inicio de los vuelos aéreos directos restablecidos recientemente tras décadas de prohibición.

Si los restaurantes privados se ven obligados a restringir sus asientos, muchos visitantes de verán obligados a buscar otras opciones, incluyendo el sector estatal, donde el servicio y los precios distan de ser competitivos.

Martinoticias

17 de Octubre 2016