Aumenta la condena a Rusia por masacre en Bucha, Ucrania, el mundo impactado

Las imágenes de satélite muestran una fosa de aproximadamente 13 metros de largo excavada en los terrenos de una iglesia ucraniana donde se encontró una fosa común después de que las fuerzas rusas se retiraran de la ciudad de Bucha, dijo este domingo una empresa privada estadounidense.

Los periodistas de Reuters que visitaron Bucha el sábado vieron cadáveres tirados en las calles de la ciudad, 37 km al noroeste de la capital, Kiev. Una fosa común en una iglesia todavía estaba abierta, con manos y pies asomando a través de la arcilla roja apilada encima.

Maxar Technologies, que recopila y publica imágenes satelitales de Ucrania, dijo que los primeros signos de excavación para una fosa común en la Iglesia de San Andrés y Pyervozvannoho All Saints se vieron el 10 de marzo.

“La cobertura más reciente del 31 de marzo muestra la tumba con una zanja de aproximadamente 45 pies de largo (13,7 metros de largo) en la sección suroeste del área cerca de la iglesia”, dijo Maxar.

Unas 57 personas han sido enterradas de forma somera en esta fosa común, afirmó un empleado de la ciudad a un periodista de la AFP. Pero solo parte de ellos están a la vista.

Ucrania acusó el domingo a las fuerzas rusas de llevar a cabo una “masacre” en la ciudad, una de las muchas recapturadas por las tropas ucranianas mientras Rusia se reagrupaba para las batallas en el este de Ucrania. Los macabros descubrimientos han generado indignación en Europa y Estados Unidos. Rusia negó las acusaciones, calificándolas de “provocación” por parte de Ucrania.

Los cuerpos de civiles descubiertos en la ciudad de Bucha tras la retirada de las tropas rusas siguen suscitando la repulsa internacional a medida que crece la presión para intensificar las sanciones contra Rusia.

La condena fue rápida y mandatarios occidentales expresaron su horror mientras las imágenes de cadáveres en las calles del suburbio de Kiev estremecían al mundo a más de un mes de la invasión rusa.

Alrededor de 410 cadáveres fueron recuperados en la ciudad ucraniana de Bucha, situada en los alrededores de la capital, Kiev, desde la retirada de las fuerzas rusas de la localidad, en medio de las acusaciones contra Rusia por su responsabilidad en las matanzas, según ha informado este lunes un medio ucraniano.

Las autoridades de Kiev denunciaron la masacre cometida por el ejército ruso en esa ciudad del norte del país, que fue asediada y bombardeada durante semanas y en la que, al ser recuperada por las tropas del país, se encontraron cientos de cadáveres en sus calles, la mayoría de ellos civiles.

Según las informaciones facilitadas por el diario Ukrayinska Pravda, que cita a los servicios funerarios de Bucha, “en total se han encontrado entre 330 y 340 cuerpos en Bucha, pero hay más”, precisó.

Más tarde, la fiscal general ucraniana, Iryna Venediktova, señaló que se habían recuperado los cuerpos de 410 civiles.

Los enterraron con signos de tortura, los brazos y desdos partidos.

Una fosa común que contiene los cuerpos de al menos 20 civiles, incluido un alcalde y su familia, ha sido descubierta cerca de la capital de Ucrania, Kiev, en la última evidencia de los crímenes de guerra rusos.

El pozo fue descubierto en un bosque cerca de la ciudad de Motyzhyn, a unas 20 millas al oeste de la ciudad de Bucha, donde se encontró otra fosa común, y contiene los cuerpos de la alcaldesa local Olga Sukhenko, quien fue enterrada junto con su esposo e hijo, según El ex embajador de Ucrania en Austria, Olexander Scherba.

El cuerpo de la Sra. Sukhenko había sido arrojado al pozo excavado apresuradamente junto con al menos otras 19 personas, incluidas familias, algunas de las cuales mostraban signos de tortura. Sukhenko fue encontrada con los dedos y los brazos rotos, según el alcalde de la ciudad cercana de Kopyliv, mientras que un residente de Motyzhyn dijo que los soldados rusos mataron a los funcionarios ucranianos que se negaron a colaborar.

Una avenida en el suburbio de Bucha se convirtió en el primer lugar donde quedaron enterradas las esperanzas de Rusia de rodear y entrar a Kiev e intentar deponer el gobierno del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.

Sucedió dos o tres días después de que las primeras fuerzas rusas cruzaran a Ucrania el 24 de febrero, cuando militares ucranianos destruyeron una columna de tanques y vehículos de transporte blindados rusos que pasaban por el pueblo de Bucha hacia la capital, Kiev.

El convoy quedó destruido en una de las primeras de muchas emboscadas ucranianas que frenaron en seco el avance ruso.

Nuestro equipo de la BBC pudo llegar a Bucha porque los últimos soldados rusos se retiraron durante el pasado viernes, como parte de lo que el Kremlin ha descrito como una decisión calmada y racional de concentrar la guerra en el este de Ucrania.

Moscú afirma, sin pruebas ni confiabilidad, que sus objetivos en el centro de Ucrania han sido alcanzados y que nunca incluyeron la toma de Kiev.

La dura resistencia ucraniana

La verdad es que una inesperadamente feroz y bien organizada resistencia ucraniana los detuvo en las afueras de la capital, y la evidencia de esto incluye los restos oxidados y torcidos de la columna que todavía yace donde fue destruida en esa calle suburbana.

Tras dos o tres semanas de guerra, los invasores rusos se quedaron sin impulso. En las calles de Bucha se puede ver.

Las tropas élite de las fuerzas aerotransportadas de Rusia entraron en el pueblo en vehículos blindados, suficientemente ligeros para ser trasladados en avión.

Llegaron desde el aeropuerto de Hostomel, a unos pocos kilómetros de distancia, que fue atacado y tomado por paracaidistas rusos que descendieron de helicópteros el primer día de la invasión.

Entonces, la fuerzas ucranianas pusieron una resistencia feroz. Cuando la columna se desplazó por Bucha camino a Kiev, tuvieron un duro despertar.

La emboscada

La carretera es estrecha y recta, el lugar ideal para una emboscada. Los testigos dicen que los ucranianos atacaron el convoy con drones Bayractar que le compraron a Turquía. Otros lugareños indicaron que los voluntarios de la defensa territorial de Ucrania también se encontraban en la zona.

De cualquier manera que lo hubieran logrado, los vehículos de vanguardia y retaguardia fueron destruidos, atrapando a los de en medio. Los escombros no han sido tocados. Cinturones de munición con proyectiles de 30 mm yacen en los linderos de césped, con muchas piezas abandonadas de artillería peligrosa y dañada.

Los jóvenes reclutas salieron corriendo, rogando que no los entregaran a la defensa territorial ucraniana, dijeron los lugareños.

Un hombre de unos 70 años, que dijo llamarse Hrysta, expresó: "Me dieron lástima. Eran tan jóvenes, entre 18 y 20 años, con todas sus vidas por delante//

Cadáveres en la calle

Parece como si los rusos, a medida que preparaban el retiro de Bucha, no tuvieron la misma compasión. Había por lo menos 20 hombres muertos en la calle cuando las tropas ucranianas entraron en el pueblo.

El alcalde dijo que enterraron a 280 personas en fosas comunes.

Los pocos civiles que permanecieron dijeron haber intentado evitar cruzarse con los rusos. Encendieron hogueras frente a sus edificios de la era de Khrushchev, para cocinar al aire libre porque habían cortado el gas, la electricidad y el agua.

Los voluntarios están trayendo suministros de Leópolis en el occidente de Ucrania, y de países muy alejados de la guerra, al menos en términos geográficos.

"Este es el primer pan que he comido en 38 días", dijo una mujer llamada Maria, mirando una bolsa plástica con unos modestos panecillos adentro. Su hija Larysa me dio una gira del edificio residencial de la era soviética.

Muchas personas que se habían ido a lugares más seguros, o al exterior, habían trancado sus puertas de seguridad con cerrojos. Los rusos las abrieron arrancándolas de los linteles de concreto y las jambas.

La comunidad internacional calificó como crimen de guerra el asesinato de casi 300 civiles en Bucha

Distintos líderes se mostraron conmocionados por las imágenes de cadáveres en las calles de la ciudad ubicada en las afueras de Kiev.

Golpe al orgullo nacional

A unos kilómetros de distancia, el rastro de la devastación conduce al aeropuerto de Homostel. Las tropas aerotransportadas de Rusia intentaron usarlos como base de su avanzada hacia Kiev.

El avión de transporte más grande del mundo fue destruido al comienzo. El techo del enorme hangar que se construyó para guardarlo estaba agujerado con una constelación de huecos de metralla. El avión, conocido por la palabra ucraniana Mriya, que significa sueño, yace ahí roto desde el dorso, con grandes trozos de fuselaje y motores alrededor.

Su suerte es un reflejo de lo que le está pasando a Ucrania. Una enorme cantidad de orgullo nacional fue invertido en la construcción de esa aeronave, un símbolo de la capacidad de Ucrania de realizar grandes proyectos por todo el mundo.

BBC y Agencias

4 de abril 2022