Caravanas de Inmigrantes fuerzan la entrada a México, Trump califica a la la mayoría de delincuentes

Los migrantes centroamericanos que tratan de pasar por México para llegar a Estados Unidos no son unos “angelitos”, sino “criminales bien curtidos”, afirmó el viernes el presidente Donald Trump.

Mientras Trump hacía campaña en Arizona, los migrantes cruzaron una valla fronteriza en Guatemala y comenzaron a entrar en territorio mexicano, eludiendo a un grupo de policías antimotines. Cerca de medio centenar de ellos habían cruzado cuando las autoridades mexicanas usaron aerosol pimienta y el resto retrocedió.

Durante una mesa redonda sobre defensa realizada en Scottsdale, un periodista le preguntó qué evidencia tenía de que eran “criminales bien curtidos”, a lo que Trump respondió: “Ay, por favor. No seas infantil”.

Trump también le dijo al reportero que viera a los soldados mexicanos tirados en el piso.

Migrantes fuerzan la entrada a México y ahora se dirigen a Estados Unidos.

Luego de que cientos de estos centroamericanos derribaran el viernes una valla en Guatemala y alcanzaran la frontera con México --donde varios de ellos se enfrentaron con policías y otros se quedaron contenidos en un puente sin definir cuándo podrían avanzar--, algunos siguen dispuestos a seguir su camino.

Cuando los primeros migrantes llegaron a la frontera mexicana, las autoridades trataron de contenerlos y les rociaron gas pimienta. En respuesta, los viajeros respondieron lanzando piedras. Sólo unas 50 personas lograron pasar y el resto retrocedió.

Tras una labor de contención, la policía volvió a cerrar las rejas de la frontera.

Más tarde, en entrevista con una televisora local, Manelich Castilla, comisionado general de la Policía Federal, dijo que “se cumplió el primer objetivo, que era evitar que a través de la violencia se vulnere nuestra frontera”. Luego aseguró que los uniformados actuaron con ética y profesionalismo.

“Si va a haber un ingreso, será en los términos que se ha dicho desde un principio: ordenado, con procedimientos establecidos, jamás por la violencia ni por la fuerza como se pretendió por un grupo de personas”, agregó y dijo que se atendería a los migrantes en dos bloques.

Los migrantes llegaron hasta este punto luego de derribar una valla fronteriza en Guatemala. Primero pasaron sobre el portón los niños y las mujeres subiéndose a jeeps militares. Luego un grupo de hombres jóvenes comenzaron a tirar violentamente de la barrera y finalmente lograron derribarla, lo que permitió el paso de una marejada de personas que iban cantando “¡Sí se pudo!”.

Los habitantes de casas vecinas intentaron sofocar el calor arrojando agua a los migrantes, en su mayoría hondureños. Algunas personas se desmayaron.

Del lado mexicano un helicóptero militar sobrevolaba el lugar ante la pasividad de los agentes de policía que no pudieron controlar el paso de los migrantes.

“¡Somos hondureños, no somos traficantes, somos inmigrantes!”, gritaban varios mientras avanzaban hacia el cruce fronterizo.

Docenas de oficiales de la policía federal mexicana estaban en el puente respaldados por cientos de oficiales desplegados detrás de él.

Mientras tanto, las balsas que normalmente transportan a multitudes de personas a través del río fronterizo Suchiate trasladaban principalmente mercancías. Los operadores de las balsas dijeron que las autoridades mexicanas les habían advertido que no transportaran personas.

Los migrantes intentan entrar a México para avanzar hacia Estados Unidos, lo que ha enojado al presidente Donald Trump, quien ha llamado a los países centroamericanos y a las autoridades mexicanas a que hagan todo lo necesario para detenerlos.

El gobierno mexicano ha dicho que los migrantes serán atendidos conforme a la ley y con respeto a sus derechos humanos: quienes tengan pasaporte o visa podrán entrar y los que presenten solicitudes de refugio serán atendidos. Los que infrinjan la ley serán deportados.

La cancillería mexicana anunció el jueves en un comunicado que ya inició una atención ordenada de quienes habían cruzado la frontera.

Horas antes su titular, Luis Videgaray, pidió ayuda a la ONU para que el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) colabore con México tanto para procesar las solicitudes como para encontrar una solución permanente para los migrantes hondureños.

En una entrevista con la red de Televisa Videgaray dijo que aquellos con pasaportes y visas válidas serían admitidos de inmediato, aunque reconoció que "anticipamos que esos son la minoría".

Trump le ha dejado claro a México que está monitoreando su respuesta. El jueves amenazó con cerrar la frontera de Estados Unidos si México permitía a los migrantes avanzar. Más tarde, reprodujo un video de la policía federal mexicana que llegó a la frontera con Guatemala y escribió: "Gracias México, esperamos trabajar con usted".

En abril, los funcionarios de inmigración mexicanos tuvieron cierto éxito en dispersar una caravana de menor tamaño.

La mayoría de los integrantes de la caravana salieron de sus casas de forma espontánea, con poco más que la ropa que llevaban puesta y las pertenencias que pudieron arrojar rápidamente en una mochila.

AP

19 de octubre 2018