Enceladus, una de las lunas de Saturno puede albergar vida, asegura la NASA

La NASA confirmó hoy el descubrimiento de hidrógeno en Enceladus, una de las lunas de Saturno, lo que podría significar la existencia de microorganismos vivos en ese lugar.

El hidrógeno encontrado tiene casi todos los ingredientes que necesitarías para soportar la vida en la Tierra", afirmó en una conferencia de prensa Linda Spilker, una de las científicas de la sonda espacial internacional Cassini, que orbita Saturno desde 2004.

La sonda Cassini, un proyecto conjunto de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la italiana (ASI), va a ser ahora puesta en un curso por una zona no explorada entre Saturno y sus anillos para que, a los 122 mil por hora a que vuela, entre en la atmósfera gaseosa de ese planeta en septiembre próximo.

Estos hallazgos fueron anunciados hoy en la conferencia de prensa 'Océanos Más allá de la Tierra'. El análisis sugiere que el suelo marino del satélite tiene corrientes de fluidos calientes, parecidos a los de la Tierra.

Antes de agotar sus reservas de combustible y de apagarse para siempre, Cassini dará una última sorpresa. Las observaciones que la sonda hizo en 2015 han supuesto un inesperado giro a la búsqueda de vida extraterrestre en el Sistema Solar. En un artículo publicado este jueves los científicos han corroborado una vez más que Encélado es uno de los lugares donde es más probable encontrar vida alienígena. En los géiseres de hielo que hay en una de las caras del satélite, los investigadores han detectado la presencia de dos gases, dióxido de carbono e hidrógeno molecular, que sugieren que Encélado alberga unas reacciones hidrotermales y un desequilibrio químico que son capaces de sustentar vida.

«Esto sugiere que el océano tiene la suficiente energía química como para soportar vida en forma de microbios»

«Este estudio aporta la evidencia más sólida de un procesamiento hidrotermal de las rocas por parte del agua líquida en el interior de Encélado», ha explicado a ABC Hunter Waite, primer autor del estudio e investigador del «Soutwest Research Institute» (SwRI) (Estados Unidos), en la misión Cassini. «Nuestro trabajo también muestra que este océano es energéticamente habitable, lo que quiere decir que tiene la suficiente energía química como para soportar vida similar a algunos microbios que hay en la Tierra».

Encélado, apto para los seres vivos

Encélado es un satélite de Saturno que apenas mide 500 kilómetros de diámetro. Está cubierto por una corteza helada, de unos 30 o 40 kilómetros de grosor, y su superficie es tan tranquila como fría. Sin embargo, su interior parece ser muy activo. En 2005 la NASA descubrió que en el hemisferio sur de este mundo hay una nube de hielo que se forma a causa de la presencia de varios géiseres que expulsan materiales desde las «tripas» de Encélado, como si alguien hubiera descorchado una botella de champán.

Los estudios posteriores convirtieron a esta esfera de hielo en un firme candidato a albergar vida extraterrestre. Gracias a Cassini, los científicos averiguaron que bajo el hielo Encélado se esconde un mundo subterráneo habitado por un núcleo rocoso rodeado por un océano global. Se descubrió que en el agua hay moléculas orgánicas y amoníaco en disolución, porque estos salen al exterior a través de los géiseres. También se concluyó que la potente gravedad de Saturno genera calor en las entrañas del satélite, aportando otro ingrediente clave para la aparición de la vida.

Fuente de energía

Muchos lugares del Sistema Solar albergan en su interior los dos ingredientes más fundamentales de la vida: el agua y las moléculas orgánicas. Pero hasta ahora, en ninguno de ellos se había encontrado un ciclo geológico capaz de actuar como una fuente de energía para los seres vivos, tal como ha explicado Jeffrey S. Seewald.

13 de Abril 2017