Comunidad internacional rechaza elecciones en Nicaragua, es un fraude

8 de Noviembre 2021

La mayoría de la comunidad internacional no reconoce los resultados de las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Nicaragua, en las que el presidente Daniel Ortega, con sus rivales encarcelados o exiliados, obtuvo el 75 % de los votos y blindó un quinto mandato. Con siete aspirantes presidenciales de la oposición en prisión, acusados de “traición a la patria”, Ortega, en el poder desde 2007, logró su propósito de salir reelegido para un nuevo mandato de cinco años, junto con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

Las elecciones -en las que según el Consejo Supremo Electoral (CSE) votó el 65,34 % y según el observatorio multidisciplinario independiente Urnas Abiertas sólo el 18,5 %- han generado el rechazo generalizado de la oposición en el exilio y de la comunidad internacional.

“UNA PANTOMIMA” Las elecciones en Nicaragua han sido una “pantomima ni libre, ni justa, y ciertamente, no democrática”, declaró el presidente de EE.UU., Joe Biden, tras anunciar que usará “todas las herramientas diplomáticas y económicas” a su disposición para pedir responsabilidades, incluida la llamada ley Renacer, para ampliar las sanciones a Nicaragua.

Biden urgió al “régimen de Ortega-Murrillo” a tomar “inmediatamente” los pasos necesarios para “restaurar” la democracia y pidió que se libere “inmediata e incondicionalmente” a los opositores encarcelados.

Por su parte, la Unión Europea consideró que la reelección de Daniel Ortega carece de “legitimidad” -al celebrarse los comicios “sin garantías democráticas”- y completa la conversión del país en un “régimen autocrático”. El alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, hizo un llamamiento a Ortega para que libere de forma “inmediata e incondicional” a todos los presos políticos y anule los procedimientos judiciales en su contra.

La UE exigió a Ortega que “devuelva la soberanía de Nicaragua al pueblo” y anunció que está considerando “todos los instrumentos” a su “disposición para tomar medidas adicionales, incluidas aquellas que puedan ir más allá de las restricciones individuales”.

Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA) habían condenado, antes de la celebración de los comicios, el arresto de siete precandidatos a la presidencia de la oposición, la eliminación de tres partidos políticos opositores, la derogación de la observación electoral y el establecimiento de leyes que restringían la participación en el proceso.

Fuente EFE

7 de noviembre 2021

Una escasa participación de la ciudadanía, es el escenario en que se desarrolla en las elecciones en Nicaragua, revelan distintas fuentes de la oposición a lo interno del país. También se reporta una gran cantidad de paramilitares del sandinismo en las calles y una ola de detenciones en la oposición en medio de la noche previa a las elecciones.

Los reportes indican que hay muy escasa participación y las calles están semivacías. El monitoreo realizado revela que la participación no supera el 10% en los centros reportados.

La escasa participación y de calles totalmente vacías revelan un alto grado de abstencionismo. Aunque los medios oficialistas se esfuerzan por publicar fotos con participación de votantes.

El informe del monitoreo electoral revela que las únicas filas de votantes en las que se han observado más de "50 personas ha sido en los Centros de Votación con mayor cantidad de mesas electorales en sectores tradicionalmente sandinistas, que son trasladados desde antes de la apertura de los centros con amplia cobertura de los medios oficiales".

“No hay por quién votar. Esto es un circo electoral. Si ellos están tan seguros de que el pueblo los quiere ¿por qué echaron presos a los aspirantes presidenciales?”, dijo a la AFP una secretaria de 51 años, bajo anonimato.

En algunos centros de votación se formaban pequeñas filas. El FSLN se movilizó casa por casa para llamar a votar, mientras que el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) ha denunciado que existe temor y un control social sobre la población que intimida a la gente para votar.

Estos comicios se celebran tres años y medio después de las protestas que exigieron la renuncia de Ortega y cuya represión dejó al menos 328 muertos y más de 100.000 exiliados.

La atención de los comicios en este país centroamericano de 6,5 millones de habitantes está centrada, no en quién ganará, sino en la participación y en la reacción de la comunidad internacional que considera estas elecciones “no libres ni democráticas”.

Acercándose los comicios, en junio comenzó una ofensiva contra la oposición: fueron ilegalizados tres partidos, detenidos siete aspirantes presidenciales y otros 32 activistas políticos y sociales, empresarios y periodistas, que se sumaron a unos 120 opositores que aún están presos desde las protestas de 2018.

El dictador Ortega, quien llegó al poder por las urnas en 2007 y el jueves cumplirá 76 años, se apresta a iniciar otros cinco años como presidente, a la cabeza del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda) y junto a su poderosa esposa Rosario Murillo (70).

7 de noviembre 2021