Armas de microondas pudieron ser usadas contra diplomáticos norteamericanos, Cuba vuelve a negarlo
Médicos y científicos creen que armas no convencionales que funcionan con microondas pueden haber causado los síntomas y dolencias desconcertantes que, desde finales de 2016, afectaron a más de una veintena de diplomáticos estadounidenses y familiares en Cuba y China.
Según un articulo publicado por The New York Times, el equipo médico que examinó a 21 diplomáticos afectados en Cuba no mencionó las microondas en su informe publicado en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) en marzo.
Sin embargo, Douglas H. Smith, autor principal del estudio y director del Centro de Lesiones Cerebrales y Reparación de la Universidad de Pensilvania, dijo en una entrevista reciente que las microondas se consideran ahora la principal "sospechosa" y que el equipo estaba cada vez más seguro de que los diplomáticos habían sufrido daño cerebral.
"Todo el mundo era relativamente escéptico al principio", dijo, "y ahora todos están de acuerdo en que hay algo allí". Smith comentó que los diplomáticos y los médicos se refieren en broma al trauma como la "conmoción cerebral inmaculada".
Un ataque con microondas, según algunos expertos, explicaría mejor los sonidos dolorosos, y otros males y traumas. Esta tesis tiene ahora mayor peso que otros posibles culpables, como ataques sónicos, infecciones virales o ansiedad contagiosa.

El Efecto Frey
De acuerdo con el medio neoyorquino, un creciente número de analistas citan un fenómeno conocido como el Efecto Frey, que lleva el nombre de Allan H. Frey, un científico estadounidense que hace décadas descubrió que las microondas pueden engañar al cerebro para que perciba lo que parecen ser sonidos comunes.
Las falsas sensaciones, dicen los expertos, pueden explicar un síntoma definitorio de los incidentes diplomáticos: la percepción de ruidos, incluyendo zumbidos y estridencias más fuertes. Inicialmente, los expertos citaron esos síntomas como evidencia de ataques sigilosos con armas sónicas.
Miembros de un grupo secreto de científicos de élite (denominado Jason) que ayuda al Gobierno federal a evaluar las nuevas amenazas a la seguridad nacional afirman que han estado analizando el misterio diplomático este verano y sopesando posibles explicaciones, incluidas las microondas.
El diario recordó que cuando se le preguntó acerca de la teoría de microondas, el Departamento de Estado dijo que la investigación aún no había identificado la causa o el origen de los ataques. El FBI se negó a comentar sobre el estado de la investigación o cualquier teoría en el caso.
La idea de las microondas, llena de preguntas sin respuesta.

Cuba rechazó el lunes la versión sobre el supuesto uso de armas de microondas para afectar la salud de diplomáticos de Estados Unidos en La Habana en 2016, y aseguró que todas las acusaciones son falsas.
“No ha existido ni ataque ni acto deliberado contra ninguno de sus diplomáticos y el Departamento de Estado lo sabe”, dijo Carlos Fernández de Cossío, jefe de la Dirección general de Estados Unidos de la cancillería cubana, según publica la página de internet del diario oficial Granma.
Varios países tienen conocimientos de estas armas como China, Estados Unidos, Rusia y algunos países de Europa.
Los ataques que han sido descritos como “acústicos” y se investigan tanto sus causas como sus posibles perpetradores.
Un estudio sobre los incidentes en Cuba, publicado por la revista médica JAMA en marzo, menciona una “fuente desconocida de energía”, pero su autor principal, Douglas Smith, de la Universidad de Pennsylvania, afirmó que se contempla que los ataques hayan sido perpetrados con microondas.
En enero, James Lin, de la Universidad de Illinois, también creyó factible esa posibilidad.
En un informe de Bio Electro Magnetics, se explicó que los rayos de alta intensidad podrían haberse dirigido “solo al objetivo deseado” desde un lugar oculto.
Se considera que Estados Unidos, Rusia, China y varios países europeos poseen los conocimientos para desarrollar un arma de microondas que debilite o mate a un objetivo, según el diario estadounidense.
El arma podría parecerse a una antena parabólica, escondida en un vehículo, embarcación o helicóptero.

The New York Times se pregunta quién habría disparado las ondas y de dónde habrían sacado los atacantes las armas no convencionales.
Frey, el descubridor del fenómeno neurológico, ahora de 83 años, ha viajado mucho y durante mucho tiempo se desempeñó como contratista y consultor de varias agencias federales. Especuló que los cubanos, aliados con Rusia, podrían haber lanzado ataques de microondas en un intento de socavar los reinaugurados lazos diplomáticos entre La Habana y Washington.
"Es una posibilidad", dijo en la mesa de su cocina. "En las dictaduras, a menudo hay facciones que no piensan en ir contra la política general si satisface sus necesidades. Creo que es una explicación perfectamente viable".
Las microondas están omnipresentes en la vida moderna. Los radares de ondas de radio cortas las utilizan, también los hornos de cocina, teléfonos celulares. Son una forma de radiación electromagnética en el mismo espectro que la luz y los rayos X, solo que en el extremo opuesto.
Mientras que la radiodifusión puede emplear ondas de una milla o más de longitud, las microondas varían en tamaño desde aproximadamente un pie hasta una pequeña fracción de pulgada. Son vistos como inofensivos en usos cotidianos como cocinar en el microondas. Pero su diminuto tamaño también permite un enfoque concentrado, como cuando las antenas parabólicas convierten los rayos desorganizados en haces concentrados.
Las dimensiones de la cabeza humana, dicen los científicos, la convierten en una antena bastante buena para captar señales de microondas.
Frey contó que poco después de sus descubrimientos iniciales, fue invitado por la Academia de Ciencias soviética para visitar el país y dar una conferencia. Hacia el final, de sorpresa, fue llevado fuera de Moscú a una base militar rodeada de guardias armados y vallas de alambre de púas.
"Me hicieron visitar varios laboratorios y debatir sobre los problemas", incluido el impacto neuronal de las microondas, recordó. "Observé en detalle su programa de clasificados".
Moscú estaba tan intrigado por la perspectiva del control mental que adoptó una terminología especial para la clase general de armas previstas, llamándolas psicofísica y psicotrónica, añadió el periódico.
La investigación soviética sobre microondas para la "percepción del sonido interno", advirtió la Agencia de Inteligencia de Defensa en 1976, prometió "alterar los patrones de comportamiento del personal militar o diplomático".
De acuerdo con declaraciones que recoge The New York Times, se considera que Rusia, China y muchos estados europeos tienen el conocimiento para fabricar armas de microondas básicas que pueden debilitar, sembrar ruido o incluso matar.
Según los expertos, los avances podrían lograr objetivos más matizados, como transmitir palabras habladas a las cabezas de las personas. Solo las agencias de Inteligencia saben qué naciones realmente poseen y usan tales armas desconocidas.

El caso médico más detallado
Hasta la fecha, Beatrice A. Golomb, doctora en medicina y profesora de medicina en la Universidad de California en San Diego, es quien ha presentado el caso médico más detallado para los ataques con microondas.
En octubre en un artículo en Neural Computation, una revista revisada por pares del MIT Press, la científica presentará evidencia médica potencial para los ataques de microondas en el caso cubano.
Golomb comparó los síntomas de los diplomáticos en la Isla con los reportados por personas que se dice que padecen la enfermedad por radiofrecuencia.
Argumentó que "numerosas características altamente específicas" de los incidentes diplomáticos "se ajustan a la hipótesis" de un ataque de microondas, incluida la producción de sonidos perturbadores de tipo Frey.
Los científicos todavía no están de acuerdo sobre qué sucedió a los diplomáticos. Pero Zaid, el abogado de Washington, que representa a ocho de los diplomáticos, dijo que los ataques de microondas pueden haber dañado a sus clientes.
A Francisco Palmieri, un funcionario del Departamento de Estado, se le preguntó durante una audiencia abierta del Senado si los "ataques contra el personal de los EEUU en Cuba" habían sido planteados en Moscú.
"Esa es una muy buena pregunta", respondió Palmieri. Pero abordarlo, agregó, requeriría "un entorno clasificado".
Frey duda que el caso se resuelva pronto. La novedad de la crisis, su naturaleza esporádica y el entorno extranjero dificultó que los investigadores federales reunieran pistas y sacaran conclusiones, dijo. También duda que se presenten cargos.
"Basado en lo que sé", comentó, "seguirá siendo un misterio".
El incidente de los "ataques" deterioró las ya delicadas relaciones entre Washington acusó a La Habana de saber quién los perpetró, y de no haber protegido adecuadamente a los funcionarios de su embajada y sus familiares.
El Gobierno cubano ha rechazado toda responsabilidad.
Debido a los problemas de salud que presentaron los funcionarios, Washington ordenó la salida del personal no esencial de su legación en Cuba, es decir, un 60% del total.
New Yort Times y Diario de Cuba
2 de Septiembre 2018