La vida de James Alofs desconectado de la red (off-grid ) en Canada

La vida de James Alofs desconectado de la red (off-grid) se detalla con pormenores apasionantes en su canal de Youtube donde tiene miles de seguidores.

Hace casi dos años, James Alofs dejó atrás su vida en Los Ángeles para instalarse en un terreno de 40 acres (unas 16 hectáreas) en pleno bosque canadiense. Desde entonces, no ha mirado atrás.

A sus 39 años, Alofs ha elegido vivir completamente desconectado de la red (off-grid), construyéndolo todo desde cero. Su mayor proyecto hasta ahora: una cabaña de troncos levantada enteramente por sus propias manos.

"Llegué aquí con un Toyota Prius, una motosierra y nada más", relata Alofs, conocido en internet por su apodo "Wild Homestead Canada".

Cuando Alofs llegó por primera vez a su nuevo terreno, era pleno invierno. Como aún no tenía su cabaña, tuvo que vivir en una tienda de campaña, rodeado de osos y pumas. Aun así, bromea con que la compañía de animales salvajes era preferible a tener un jefe autoritario.

Es un giro radical si se compara con su vida anterior: una larga carrera como presentador de un programa de entrevistas nacional en China y actor en varias series y largometrajes de ese país, como Gank Your Heart.

Tras vivir muchos años en China, un conflicto político lo obligó a regresar a Canadá. Aunque no fue una situación ideal, se convirtió en la oportunidad para que Alofs cumpliera su viejo sueño de construir un asentamiento propio.

La decisión implicó dejar su apartamento e incluso romper con su novia, que se mudaba a Estados Unidos para estudiar. Alofs invirtió todos sus ahorros (suficientes para un condominio, según dice) en ese terreno rural de Ontario, donde vive desde entonces.

"Simplemente pensé que era más saludable que vivir en una gran ciudad como Toronto. Ya sabes, el aire fresco, trabajar físicamente todo el día", destacó. "Pescar y recolectar alimentos silvestres. Es pura salud".

Cada día en su propiedad es diferente, asegura, pero sus 24 horas casi siempre implican trabajo al aire libre.


"Un día puedes estar cortando leña o despejando árboles", dice Alofs. "Acabo de comprar un tractor, así que otro día toca esparcir grava con él. O quizás voy a pescar. Hay tantas cosas distintas por hacer cuando dependes solo de ti, que todo se vuelve muy interesante".

También espera que, al construir esta propiedad, pueda encontrar el amor y, eventualmente, formar una familia en este entorno. Sin embargo, hasta ahora no ha tenido suerte, salvo por algunas relaciones "cortas" con mujeres de Toronto.

"Eran, ya sabes, chicas muy de ciudad, así que era difícil compaginarlo", dijo.

"Tengo que ser cuidadoso. Debo limitar mi búsqueda a personas que realmente quieran vivir en el campo, porque el 90 o 95 por ciento de la gente no querría hacer esto", reflexiona. "Pero hay un cinco por ciento que sí. Solo se trata de encontrar a alguien de ese cinco por ciento, ¿verdad?".

Pero que nadie se equivoque: Alofs no busca una "esposa tradicional" que le haga compañía en plena naturaleza.

"Estoy abierto a cualquier situación", compartió. "Si fuera una mujer que fuese directora ejecutiva y ganara 5 millones al año, pero pudiera trabajar usando el internet Starlink que tengo, estaría totalmente a favor. Creo que esto va menos de roles de género y más de un estilo de vida auténtico y tradicional".

Aunque está físicamente solo, tiene una gran audiencia siguiendo su día a día, ya que ha documentado el viaje desde el inicio. Alofs suma más de 500.000 suscriptores entre YouTube e Instagram.

"Soy muy extrovertido, así que pensé que sería una buena forma de mantenerme conectado con una comunidad", explicó al Daily Mail. Documentarlo todo hace el proceso menos solitario.

"Comparto lo que hago y cada semana recibo miles de comentarios y mensajes directos. Es muy interactivo y, para mi personalidad, es muy gratificante".

Curiosamente, su presencia en línea es también lo que le permite pagar las cuentas. Afirmó que YouTube paga a sus creadores el 70% de los ingresos publicitarios. "Me ayuda a financiar lo que hago, así que también es una necesidad", admitió.

Sin embargo, vivir en el bosque no significa que sea más barato que hacerlo en Pekín o Los Ángeles. De hecho, a veces, vivir en estas 40 acres puede ser más caro que un estilo de vida convencional.

"Puede ser más caro en ciertos aspectos", dijo Alofs, señalando que se puede vivir así con "presupuestos muy diferentes".

"Se necesita mucho equipo. No necesariamente al principio (yo no tenía mucho), pero el costo de vida varía según el equipo que tengas", explicó. "Tengo un tractor relativamente barato, pero si tienes una excavadora o una minicargadora, esas cosas cuestan cinco veces más".

Pero no es inalcanzable. Si alguien piensa en dejar la ciudad por un proyecto similar, Alofs aconseja prestar atención a los detalles, como la financiación. Explicó que en algunos estados y provincias no se pueden financiar terrenos rurales, lo que obliga a pagar todo en efectivo.

El otro gran obstáculo es encontrar el terreno perfecto.

"Es muy difícil encontrar buenos terrenos en el campo porque se venden rápido", dijo al Daily Mail. "La mayoría de lo que encuentras es 80% pantanoso o demasiado accidentado".

Muchos de los mejores terrenos no se publican en línea, por lo que recomienda hacer contactos en la comunidad a la que planeas mudarte.

"Hay que vigilar los listados de propiedades como un halcón", compartió. "Si algo sale a la venta, intenta ir a verlo el mismo día y haz una oferta. No puedes confiarte, porque estos lugares se venden rapidísimo".

Y al final, al menos para Alofs, vale totalmente la pena.

"Sin duda, me siento más feliz viviendo aquí que en Toronto", admitió. "Es mucho más gratificante. Es más interesante".

23 de Octubre 2025