Los Republicanos de nuevo impiden que deroguen el ObamaCare

El último intento del presidente Donald Trump de derogar y sustituir el plan de salud de su antecesor Barack Obama falló este lunes luego de que una tercera senadora republicana se pronunciara en contra.

“Simplemente esta no es la manera en que deberíamos abordar una materia tan importante y complicada, que tendría que ser tratada de manera cuidadosa y justa para todos los estadounidenses”, dijo la senadora Susan Collins en un comunicado, donde anunció su oposición a la ley que buscaba reemplazar el programa de salud Obamacare.

Collins se une así a los senadores John McCain y Rand Paul, republicanos que también se han opuesto a este proyecto de ley, que los líderes del partido esperaban aprobar antes del 30 de septiembre (cuando finaliza el año fiscal), pues así el mismo podía ser aprobado por mayoría simple.

Los republicanos tienen 52 de los 100 senadores, por lo que solo pueden tener dos desertores.

Collins, además, dijo que aunque la propuesta otorgue más fondos para Maine, "si los senadores pueden ajustar una fórmula de financiación en un fin de semana para ayudar a un estado, también podrían ajustar la fórmula en el futuro para perjudicarlo.

Obamacare "tiene muchos defectos que necesitan solucionarse. El estado actual de los seguros médicos, con los recargos disparados, con opciones limitadas, que las empresas estén en dificultades, tienen que solucionarse. Mi atención seguirá en tratar de remediar esos problemas", añadió.

Con la intención de mantener viva su propuesta, los senadores Lindsay Graham y Bill Cassidy, autores del texto, hicieron cambios de última hora durante el fin de semana, incluyendo la asignación de más fondos a los estados de los senadores más reticentes al texto.

El proyecto propuesto derogaría partes clave de Obamacare, como el mandato individual por el que los ciudadanos son multados si no obtienen seguro y los subsidios a las aseguradoras y los fondos para la ampliación de Medicaid -acceso sanitario para las personas con bajos recursos-, con subvenciones en bloque que serían entregadas a los estados.

La Oficina no partidista de Presupuesto del Congreso (CBO, en inglés) no ha tenido tiempo para evaluar su impacto económico ni cuáles serían sus consecuencias, aunque hoy ya ha avanzado que "millones de estadounidenses menos" tendrían acceso a la salud.

Agencias

25 de Septiembre 2017