Nicaragua: Daniel Ortega baña de sangre ultimas protestas contra su gobierno, el miércoles fueron 13 los muertos

La represión del gobierno de Nicaragua en contra de miles de nicaragüenses que marcharon el miércoles en Managua dejó 13 muertos y 88 heridos, informaron diversas fuentes.

El no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, contabilizó 11 muertes y 79 heridos por disparos descargados por fuerzas paramilitares en contra de manifestantes, mientras que en un registro el Hospital Militar en Managua informó de la muerte de dos personas no incluidas en la lista antes mencionada y nueve heridos a causa del ataque en contra de los manifestantes.

El miércoles fue el Día de la Madre en Nicaragua y las madres de los asesinados durante las protestas de abril y mayo organizaron una marcha de protesta por las principales calles de Managua, la cual fue acompañada por decenas de miles de nicaragüenses.

Minutos antes del ataque a la marcha, el presidente Daniel Ortega dijo en un acto frente a una manifestación de simpatizantes que estaba comprometido con “retomar el camino de la paz” y afirmó que “Nicaragua nos pertenece a todos y aquí nos quedamos todos”.

Las manifestaciones se iniciaron el 18 de abril como producto de una reforma al Seguro Social que incrementaba los aportes de los cotizantes. Sin embargo, tras más de un mes las protestas se han convertido en el pedido de salida de Ortega del poder.

Los principales líderes empresariales del sector privado en Nicaragua pidieron por carta recientemente a Ortega que lleve a cabo elecciones anticipadas para resolver semanas de disturbios mortales. El presidente respondió que Nicaragua no es propiedad privada de nadie.

“Los dueños de Nicaragua somos todos los nicaragüenses, independientemente del pensamiento político, ideológico o religioso”, añadió el gobernante.

El analista político Oscar René Vargas dijo a The Associated Press que parece ser que Ortega está dispuesto a quedarse en el poder a cualquier costa.

“No importa la cantidad de gente que tenga que morir”, dijo Vargas.

“[Ortega] se está quedando solo con una parte de los empleados del Estado, la policía represora y turbas a las que les paga para que actúen como paramilitares y a nivel internacional también está quedando aislado”, añadió.

Por otro lado, la Conferencia Episcopal emitió este jueves un comunicado en el que condenó los “acontecimientos violentos perpetrados la noche de ayer por grupos armados afines al Gobierno contra la población civil” y afirmó que “no se puede reanudar el diálogo nacional mientras al pueblo se le siga negando el derecho a manifestarse libremente y continúe siendo reprimido y asesinado”.

Mientras tanto, el Parlamento Europeo votó el jueves una resolución en la que condenó y pidió el cese de la represión en contra de las manifestaciones pacíficas, a la vez que consideró que la salida a la crisis sea por medio de “algo tan revolucionario como elecciones democráticas".