Oposición en Venezuela sale a la calle en silencio para honrar a los muertos por represión Chavista

La coalición opositora de Venezuela, Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ratificó la convocatoria de la "marcha del silencio" que se lleva a cabo este sábado.

La MUD convocó a los venezolanos a una serie de movilizaciones en todo el territorio nacional en conmemoración de los venezolanos caídos durante las manifestaciones ocurridas en las últimas semanas.

"Es un día para la reflexión del país (...) cada uno de los soldados, de los oficiales de las fuerzas armadas tienen que reflexionar", añadió el jefe de la fracción opositora de la Asamblea Nacional, Stalin González, durante una comparecencia pública, a la vez que instó al gobierno venezolano a que reflexione por los manifestantes fallecidos.

"Ratificamos la convocatoria nacional en las capitales de cada estado (:..) la invitación es a marchar a las principales iglesias de la localidad", dijo el parlamentario.

El opositor indicó que en la capital de Venezuela la movilización se realizaría hacia la Conferencia Episcopal Venezolana.

Stalin aprovechó la presencia de los medios para enviar un mensaje al gobierno: "No le mientan a los venezolanos, todos sabemos quienes son los que están llevando la violencia al país (...) sabemos que ustedes están sembrando el terror a personas que no tienen nada que ver, solo para conseguir algún culpable".

Al caer la noche este viernes, algunas pequeñas protestas y brotes de disturbios se registraban en un sector de Petare y Palo Verde, el este de Caracas, y en Macuto, en el vecino estado Vargas.

Fuerzas de seguridad lanzaron gases para dispersar focos de protesta en Palo Verde, donde manifestantes quemaron barricadas de desechos. Hombres armados en moto recorren calles causando pánico, dijeron testigos a la AFP.

La Fiscalía confirmó que 11 personas fallecieron entre el jueves y viernes en El Valle, suroeste, y otra en la favela Petare, este de la capital.

Habitantes de El Valle describieron los disturbios como una batalla campal que duró hasta la madrugada, con tiroteos, saqueos y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.

"Parecía una guerra. La guardia nacional y la policía lanzaban gases, civiles armados disparaban contra los edificios. Mi familia y yo nos tiramos al piso", narró a la AFP un constructor de 33 años, quien vive en el lugar.

En un hospital de maternidad, cerca de medio centenar de niños debió ser evacuado en medio del caos, bajo nubes de humo de barricadas de desechos y gases lacrimógenos.

Las protestas se desataron luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se adjudicara las funciones del Parlamento, único poder público controlado por la oposición. La presión internacional llevó a la anulación parcial de los fallos.

Maduro, cuyo mandato termina en 2019, asegura que la "derecha extremista venezolana" busca derrocarlo con el apoyo de Estados Unidos; pero la oposición insiste en que quiere sacarlo del poder por la vía electoral.

Las elecciones de gobernadores debieron realizarse en 2016, pero fueron suspendidas y aún no tienen fecha, las de alcaldes están pautadas para este año y las presidenciales para diciembre de 2018.

Aunque Maduro dice estar ansioso por medirse en elecciones, ha descartado un adelanto de las presidenciales y pide a sus adversarios dialogar y abandonar "la agenda golpista".

Según encuestas, siete de cada diez venezolanos reprueban al gobierno, asfixiados por una severa escasez de alimentos y medicinas, y una inflación que el FMI estima en 720,5% este año, la más alta del mundo.

Agencias

22 de Abril 2017