The Wall Street Journal pide que apliquen la política de ojo por ojo con Cuba por ataques a diplomáticos

El diario neoyorquino propone en un editorial expulsar de EE.UU. a una cantidad igual de diplomáticos cubanos que la cifra de estadounidenses afectados, manteniendo abierta la Embajada en La Habana.

En un editorial sobre cómo debe responder Washington a los extraños ataques contra sus diplomáticos en Cuba, el diario The Wall Street Journal recomienda hoy aplicar la Ley del Talión: a 21 diplomáticos americanos lesionados, 21 cubanos expulsados de la Embajada de Cuba.

El diario neoyorquino recomienda en lugar de cerrar la Embajada en La Habana, como ha sugerido el secretario de Estado Rex Tillerson, aplicar ojo por ojo y diente por diente e igualar el número de bajas en la sede diplomática, declarando persona non grata a otros 19 funcionarios cubanos, además de los dos expulsados en mayo.

En una declaración enviada el lunes a Martí Noticias, el Departamento de Estado asegura que "basado en sus propias evaluaciones, se ha confirmado que 21 personas han visto su salud afectada, por estos incidentes.

El Journal propone que Estados Unidos comunique a Cuba que todo volverá a la normalidad una vez que Raúl Castro explique a la cancillería estadounidense cómo fueron causadas las lesiones a sus representantes.

El diario repasa los efectos para la salud que fueron documentados en entrevistas con diez de los afectados por la Asociación Estadounidense del Servicio Exterior, AFSA,: lesiones cerebrales traumáticas leves, pérdida permanente de la audición, pérdida del equilibrio, lagunas cognitivas, e inflamación del cerebro entre otros.

"Nada ocurre en Cuba sin que el gobierno lo sepa"

El editorial apunta que la afirmación de Castro de que él también está sorprendido e ignora qué pudo haber sucedido, sería más fácil de creer si no fuera porque Cuba es un estado policial con un largo historial de hostigamiento a los diplomáticos estadounidenses, de los cuales los encargados del seguimiento de los derechos humanos y de relacionarse con los disidentes han sido los blancos más frecuentes.

Pero los ataques acústicos ─observa─ son diferentes, porque los norteamericanos no supieron que estaban siendo atacados hasta que ya habían sufrido las consecuencias.

Acerca de las hipótesis de que los ataques pudieron haber sido perpetrados por Corea del Norte, Irán o un ala renegada del régimen, el periódico recuerda, citando al ex jefe de la antigua Sección de Intereses, James Cason que como norma "nada ocurre en Cuba sin que el gobierno lo sepa".

En el caso de que esta fuera realmente una excepción, un Estado unipartidista cuyos maestros fueron los soviéticos tiene sin duda la capacidad para investigar, y sin embargo los ataques que se iniciaron en noviembre de 2016 han continuado hasta el pasado mes de agosto.

Concluye diciendo el Wall Street Journal que el gobierno de Cuba seguramente se enojará si más diplomáticos suyos son expulsados, lo cual debilitaría su capacidad de espionaje en EE.UU., pero Washington tiene la responsabilidad de proteger a sus diplomáticos, y dejar los ataques sin respuesta solo alentará a otros regímenes a hacer lo mismo.

Martinoticias

26 de Septiembre 2017